lunes, 19 de noviembre de 2012

Prologue

El pasado es un prólogo.
No, no lo puedes cambiar.
Siempre estará, forma parte de la historia que comenzaste en el momento en que llegaste al mundo.
¿Por qué lo quieres borrar?
 
....
 
Condenados a muerte desde la primera vez que respiramos.
Hoy y ayer estuvimos. Mañana, ¿quién sabe?
Puede ser que cierres los ojos un buen día y nunca los vuelvas a abrir.
Así son las cosas, es una cuenta atrás, vivimos en una contrarreloj.
 
....
 
¿Qué haces llorando? ¿Ves al mundo pararse por lástima?
No. Negación rotunda que te puede hundir o hacerte abrir los ojos.
Mira las fotos con esperanza de volver a ese momento, o lucha por volver a encontrarlos.
Da mil pasos sobre el piso o pasarás la vida entre rejas, en tu propia cárcel.
Jaula que construiste tú mismo con los escombros de tu pasado.
Un corazón hecho pedazos que dió lugar a una prisión en la que encerrar a tu cabeza.
 
....
 
Haz locuras que nunca tuviste valor para hacerlas, olvida lo que eras antes.
Reinvéntate cada día, mejórate, hazlo como si mudaras de piel.
Hazte más fuerte, crea tu propio caparazón a prueba de golpes.
Corre, veloz como un leopardo, en busca de tu libertad, rompiendo con lo que te mantenía preso.
Remonta el vuelo como un águila, sube hasta las nubes y contempla el mundo a tus pies.
 
....
 
Olvida tus diferencias, eres tú o nadie.
Sálvate.
Escucha la mejor de las canciones, esa que siempre te recuerda el camino para ser feliz.
Eres parte de un todo que no te hace caso, pero formas parte de alguien.
Nadie para el mundo. Un mundo para un nadie.
¿Te das cuenta?
Ya es tarde, no hay tiempo para regresar a la otra orilla.
Faltas y todo se rompe.
Te quedas y todo deja de ser gris.
 
 
Mirar al cielo contigo, saltar a un vacío y saber que caeré entre tus brazos.
Ésta es la verdadera historia, la que llenará más páginas de mi libro.
Con punto y final en papel.
Con punto y seguido en el viento.
 


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