martes, 30 de octubre de 2012

¿Sabiduría o felicidad?

No sé porque comencé a abrir la boca, si siempre se me dió mucho mejor escuchar.
No sé porque comencé a andar, si podía desplazarme perfectamente gateando.
No sé porque me toca a mi tener ojos claros, si lo normal sería que los tuviese oscuros.
No puedo comprender porque crecí, si el único problema que tenía era poder jugar al fútbol o no.
No entiendo porque yo me quedé, mientras que otros muchos se fueron alejando.
No sé donde fueron, ni donde iré yo.
No sé porque escribo todos los días, si podría gastar mi tiempo en otras cosas.
No comprendo el motivo por el que quiero tanto a ciertas personas, si a veces nos enfadamos.
No entiendo porque he odiado a otras, si antes les había querido.
Tampoco sé porque me separaron de mi madre al nacer, si estaba tan bien unida a ella.
Y sobre todo, no sé a donde me llevará este camino que he escogido.
¿Y qué?
Si te quedas haciéndote preguntas te convertirás en un problema.
No hacen falta respuestas para vivir.
Quizás con el paso del tiempo se disipen tus dudas.
Sobrevivir es sentir el día a día, vivir el presente sin el pasado ni el futuro.
Porque si te quedas en el pasado te absorbe y el futuro es asfixiante.
¿Por qué no nos quedamos en el presente y disfrutamos como si fuese el último día?



''Poder'' es increíble, pero a veces no funciona con querer.
Querer hace que las cosas sean especiales, pero no hay que confundirlo con amar.
Amar no es cuestión de edad, pero sí te hace falta sufrir para entenderlo.
Aprendes a sufrir cuando poco a poco va pasando el tiempo.
El tiempo vuela, y lentamente va haciéndote más sabio.
Ser sabio no es más que asumir que a la vez eres ignorante.
¿Ya lo comprendiste?
No pretendas saberlo todo, pues cada día descubrirás una cosa distinta.
Y verás que ignorar te hará ser más feliz.

Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario