jueves, 5 de enero de 2012

El señor del anillo

''Un anillo para fin de año. Un anillo para despertarlos a todos. Un anillo para hinchar los dedos de  y sacarlo con unos alicates...''
 Dice la leyenda que un día Juanca le pidió a su hermano un anillo para fin de año.
Este aceptó, sin darle a conocer los riesgos que conllevaba ponerse el anillo en ese dedo.
Calló y le pusó el anillo en el dedo índice a las 0:30 horas del día de año nuevo.
Una nueva era de terror y dolor comenzó para mi...


Pasó el cotillón, cuando el dedo no estaba hinchado y no salió con agua...
Pasó el día siguiente, no salió con agua fría y jabón.
Así hasta la madrugada del día 3, cuando sucedió lo que tenía que suceder...


Un impulso hizo despertarme a las 5, mirarme al dedo y descubrir que eso tenía 3 tallas más de lo habitual.
El anillo se estaba apoderando de mí, por lo que decidí despertar a mi familia y decidir en comunión lo que debíamos hacer.
Una vez que ya no sentía el dedo, decidimos romperlo con una lima para no hacerme daño.
Una parte de mi no quería destruir el anillo, total, un dedo menos en la mano izquierda, no cambiaría nada en mi vida...


Tras dos horas de intenso trabajo, mucho dolor y haber utilizado media caja de herramientas (aceite incluido); le asesté el golpe final con un destornillador haciendo palanca... 
Al fin seré libre y volveré a sentirme el dedo, el cual había adquirido una tonalidad marrón.

Como sería sin dedo


¿Qué moraleja se puede sacar de esta historia?
Nunca te dejes poner un anillo en año nuevo, yo desde luego no me lo volveré a poner en mi vida.


Los efectos dos días después

No hay comentarios:

Publicar un comentario