jueves, 11 de octubre de 2012

Llámalo X

Es bastante probable que sea la última de mis dedicatorias en un tiempo. No es que vaya a dejar de escribirlas, solo que será la última que pienso escribir con sentimiento. Será un tiempo de palabras vacías hasta que todo vuelva a su lugar...
 
 
Una vez dije que no podía llegar a la luna, pero me han hecho llegar más alto.
Que no podía darle las estrellas, porque las dos que hay en su cara son las más bonitas que he visto en mi vida.
No podía llevarle el mar, pero me gustaría que cada vez que se lo encuentre tenga mi recuerdo.
No podía llevarle el viento, pero habrá veces que el sur soplará buscando el norte.
Nunca podré hacer que el Sol salga en los días grises, pero al menos ya sabe que pase lo que pase nunca estará sola en los días de tormenta.
No le llegaré a dar riquezas ni joyas, ni un reino. Pero princesa solo puede haber una. Ella.
No puedo abrazarle, besarle, ni siquiera rozarle. ¿Y qué? Sigo a su lado, y a su lado no me importaría que eso sucediera.
No puedo mirarle a los ojos, cada día un poco menos. Pero tiene un hueco reservado en mi mente para no olvidarlos.
Solo podía mirar sus fotos... Y poner la sonrisa más tonta posible.
Una sonrisa... eso eres tú.
 
 
 
Cada segundo soy más viejo, cada vez un poco más sabio.
Lo suficiente como para darme cuenta de que ahora es momento de callar.
 
''En la Isla de León había ideas sin actos y hay actos sin ideas en el campo de batalla''
 
Llegará el momento en el que los actos dejarán paso a las ideas, para ese tiempo el mundo callará.
Llegará el día en que se rompa esta barrera por las malas formas, entonces el mundo se detendrá.
Uno a uno caerán, se borrarán y desaparecerán como otros simples problemas.
Mientras que pase el tiempo, que intentará borrar los castillos en el aire que construí.
Lo que no sabe es que los cimientos que puse son de los que dejan huella, de los que no se pueden destruir ni aunque venga el más fuerte de los huracanes.
Podrán caer millones de relámpagos en la tormenta, pero solo lograrás atrapar uno.
¿Atrapar un relámpago? Eso eres tú.
 
 
Nadie me enseñó a querer.
Nadie me dijo como debía amar.
Nadie lo sabe hasta que entra en la guerra.
Porque en el amor, como en la guerra, nadie gana.
Sin embargo, aquí no hay ninguna batalla.
No es una guerra, no es amor del que ves por la calle o te cuentan en cuentos.
¿Será más o menos que eso? No lo sé, ahora mismo tampoco importa.
No son promesas, no son problemas ni dudas.
No eres tú ni soy yo. ¿Entonces qué es?
Ésto se encuentra por encima de lo que es posible y de lo que es imposible.
Ésto es la verdad. Que a veces duele, pero hay que aceptarla.
Porque todos somos malos y somos buenos al mismo tiempo, todos en el fondo sabemos la verdad.
Verdad es que lo improbable será una doble alegría si se cumple, tu mirada me hace grande.
Y si no se cumple no será un recuerdo, será una historia sin acabar.
Llámalo todo o llámalo nada. Pero siendo todo o nada, eso eres tú.
Y siendo todo o nada fue, es y será genial sea lo que sea.
Con ésto, no tengo nada mas que decir.
 

Si ayer tuviste un día gris, tranquila, yo haré canciones para ver si así consigo hacerte sonreír. Si lo que quieres es huir, camina, yo haré canciones para ver si así consigo fuerzas pa' vivir.
No tengo más motivos para darte que este miedo que me da el no volver a verte nunca más...
Creo ver la lluvia caer, en mi ventana te veo pero no está lloviendo, no es más que un reflejo de mi pensamiento. Hoy te echo de menos...
Yo solo quiero hacerte saber, amiga estés donde estés, que si te falta el aliento yo te lo daré. Si te sientes sola, háblame, que te estaré escuchando aunque no te pueda ver.
De tantas cosas que perdí diría que solo guardo lo que fue: Mágico tiempo que nació un abril. Miradas tristes sobre mí se anidan y se hacen parte de mi piel... Y ahora siempre llueve porque estoy sin tí.
No tengo más motivos para darte que esta fría soledad. Que necesito darte tantas cosas más...
 




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